Contrato de Crédito

Contrato de Crédito ¿Qué es?

Cuando escuchamos la palabra crédito o contrato de crédito probablemente pensemos en cualquiera de estos dos escenarios:

El primero, una cantidad de dinero que te facilita las cosas para que puedas alcanzar una meta de índole patrimonial, comprarte una casa, un carro, realizar una inversión, y cualquier otra cosa que te impulse a mejorar tu calidad de vida.

El segundo, una especie de trampa donde quedarás atrapado por varios años como un deudor, obligado ante un gigante de la economía o una institución estricta que te exigirá el pago de lo debido.

Pero la verdad, es que un crédito está en el intermedio de estos dos supuestos, y además es mucho más profundo que cualquiera de ellos.

Así que hablemos del documento más común en esta figura: El contrato de crédito, sus entidades y funcionamiento.

Contrato de Crédito ¿Qué es?

En palabras simples, un contrato de crédito es un documento legal que describe los términos de la relación comercial que existe entre un prestamista y un cliente.

Este tipo de acuerdos se utilizan cuando un banco (u alguna otra entidad comercial de la que hablaremos más adelante) emite un préstamo, cuando un emisor de tarjetas de crédito aprueba la tarjeta para un nuevo cliente o incluso cuando una institución financiera crea una línea de crédito que el cliente puede utilizar cuando la necesite.

En el contrato se detallan los términos de la relación jurídica, tales como los términos de reembolso y el monto o tasa de interés aplicable al saldo que el cliente tiene pendiente.

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Al mismo tiempo, el contrato de crédito proporciona información sobre las medidas que cada una de las partes puede tomar si la otra parte incumple con las obligaciones especificadas en el contrato.

Con respecto a la estructura e información especificada en el contrato, este varía según el crédito, ya que, por ejemplo, son distintas las clausulas y formato entre un contrato de crédito hipotecario y entre un contrato de tarjeta de crédito.

En ambos casos se incluyen elementos como las tasas de interés y el reembolso, pero tienen distintas formas de calcular el pago.

Como el hecho de que en la tarjeta de crédito el pago que se calcula según los gastos del cliente, mientras que en el contrato hipotecario hay un monto de pago mensual estipulado desde el inicio.

¿Cuáles son las entidades en un acuerdo de crédito?

Un contrato de crédito está conformado por un cliente, que puede o no convertirse en deudor, una entidad comercial, el despacho de cobranza, y el aval u obligado solidario.

El cliente en un acuerdo de crédito: es la persona que recibe algún crédito, financiamiento o préstamo por parte de alguna Entidad Comercial, o que se sirve de los medios de disposición emitidos por ésta.

El deudor en un acuerdo de crédito: como mencionamos, un cliente puede convertirse en deudor, y esto sucede cuando la persona que recibe el crédito incurre en mora.

Al incurrir en mora respecto a cumplimiento de alguna obligación que tenga con la Entidad Comercial como resultado del otorgamiento de un crédito, préstamo o financiamiento, ya no será un cliente, si no que será catalogado como deudor.

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Y dicho esto, sabiendo que en una relación jurídica debe ser bilateral, debemos hablar de la parte que se encuentra al otro lado del contrato, la entidad comercial.

¿Qué es una entidad comercial en un contrato de crédito? Se trata de sociedades que de manera habitual otorgan créditos, financiamiento o préstamos al público.

Siendo estas las partes que conforman en principio el acuerdo de crédito, pasemos a las partes secundarias: el aval u obligado solidario. Son dos figuras distintas, pero ambas representan una especie de garantía para la entidad comercial.

Por una parte, el aval es una persona, tanto moral como física, que se compromete a respaldar al cliente en el caso de que produzca un impago, con el objetivo de que liquide su deuda ante la entidad comercial.

Mientras que la figura del obligado solidario, conocida también como deuda u obligación solidaria, nace cuando dos o más personas se comprometen a pagar el total de la deuda que adquirieron.

De esta forma, el acreedor puede reclamarle el total de su acreencia a cualquiera de los integrantes en la deuda solidaria, a menos que la deuda se encuentre previamente dividida con porcentajes o montos dentro del contrato.

¿Qué papel cumple el despacho de cobranza en un contrato de crédito?

Finalmente, el despacho de cobranza es la última entidad que interviene en un acuerdo de crédito.

Se trata de una persona física o moral, un tercero o un representante intermediario que realiza actos de cobranza de forma extrajudicial de los créditos, financiamientos o préstamos que otorgan las Entidades Comerciales.

Así como los que apoyen en las operaciones de reestructuración y negociación de créditos con los deudores de dichas entidades.

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Sin embargo, aunque los despachos pueden solicitar que el deudor pague su crédito, existen limitaciones establecidas por la ley para que estos actúen, y al mismo tiempo la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros estableció algunas prácticas que deben acatar.

Entre ellas, la comisión recalca que el despacho puede informarte, vía llamada telefónica e identificándose de forma cordial, que te encuentras en mora, pero no tienen permitido realizar amenazas, intimidarte, ni dirigirse a ti de forma agresiva.

¿Por qué el gobierno interviene en un contrato de crédito?

Tanto para el contrato de crédito personales como comerciales, las leyes desarrolladas e implementadas por las agencias competentes del Estado ayudan a dar forma al contenido y la estructura de distintos tipos de acuerdos o contratos de crédito.

La intervención del gobierno en el proceso ayuda a garantizar cierta uniformidad en la gestión de estas transacciones financieras, lo que a su vez protege a los consumidores de asumir obligaciones financieras que incluyen términos que tal vez no puedan cumplir.

También protege a los prestamistas y los ayuda a reducir la posibilidad de incumplimiento, ya que a los consumidores que no cumplen con estos criterios básicos se les puede negar fácilmente el crédito.

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